TERMOCOMPRESORES
Los termocompresores son bombas a chorro de vapor que utilizan vapor de alta presión que
se expande para arrastrar y comprimir vapor de baja presión a una presión intermedia.
Usualmente el termocompresor se emplea para recuperar y reutilizar la energía del vapor
exhausto, pero también los termocompresores gas/gas se aplican con frecuencia. Desde el
punto de vista de sus principios básicos son idénticos a los eyectores. Ver el ítem "eyectores"
para más información.
Los termocompresores de relación de compresión (cociente entre la presión de descarga
y la de aspiración) entre 1,5 y 1,8 tienen la mejor eficiencia termodinámica. Para unidades
de recuperación de calor en evaporadores, estas relaciones corresponden a saltos de
temperatura de 10 y 15° respectivamente (temperatura de saturación a la presión
de descarga menos temperatura de saturación del vapor a la presión de aspiración),
de ahí el nombre de termocompresores. En ese caso, el régimen es subsónico o sónico (crítico).
Diferencias de temperatura de 20°C (correspondiente a relación de compresión 2,2) requieren
un régimen levemente supersónico y es la máxima diferencia de temperatura para una
recuperación de calor eficiente. Esto es, desde el punto de vista económico, son preferibles
superficies de intercambio calórico amplias y bajos saltos de temperatura que superficies
pequeñas y saltos grandes. Los termocompresores son ampliamente empleados en
evaporadores aplicados a la industria química, papelera y de alimentos para captar
y recomprimir vapores de baja presión. También son usados en la industria del gas
y del petróleo para recomprimir gas de baja presión. En este terreno, el termocompresor
puede reemplazar con ventajas a una válvula reductora de presión, siempre que exista
un gas para recuperar y comprimir. Además, con vapor como fluido motor, es una pieza
clave en los sistemas de refrigeración al vacío (ver este ítem para más información).